El recorrido inaugural del primer tranvía eléctrico de Gijón, tuvo
lugar el 10 de abril de 1909 con la linea que iba desde la calle Corrida hasta Somió y El Bibio. Relegando así, al tranvía de tracción animal que había comenzado a funcionar en marzo de 1890, cubriendo la linea Gijón-La Guía y llegando a tener 96 mulas en
servicio.
Según las crónicas de la época, fue una jornada
«esplendorosa», que convirtió
la villa de Jovellanos en «una ciudad populosa llena de animación y
vida». Su implantación relegó al tranvía de tracción animal, que había
iniciado su andadura en marzo de 1890 con el itinerario Gijón-La Guía y
llegó a tener 96 mulas en servicio.
Después de la ceremonia de inauguración con presencia de las autoridades del momento, se llevó a cabo una colecta para ayudar a mejorar la situación económica de la familia de un empleado de los tranvías llamado José Menéndez Canto, que había sufrido un grave accidente durante el período de prácticas previo a la puesta en funcionamiento del moderno transporte.
El primer tranvía eléctrico en servicio ordinario, ya sin
autoridades, partió a las 2 de la tarde del 10 de
abril de 1909 y el primer viajero que, éste sí, abonó su preceptivo
billete se llamaba Demetrio F. Busto y no dejo de tranportar gente hasta las 22,30 h.
Tranvía de tracción animal (Jardinera) en Gijón, 1899 (Archivo C.T.G) |
Después de la ceremonia de inauguración con presencia de las autoridades del momento, se llevó a cabo una colecta para ayudar a mejorar la situación económica de la familia de un empleado de los tranvías llamado José Menéndez Canto, que había sufrido un grave accidente durante el período de prácticas previo a la puesta en funcionamiento del moderno transporte.
Tranvía linea del Musel, Gijón (Fotógrafo desconocido) |
Oviedo y Avilés, también dispusieron de tranvías urbanos, aunque más tardíos y con redes menos densas. Además el tranvía de Gijón fue el más longevo de los tres, ya que circulo de forma ininterrumpida por las calles de la ciudad, durante tres cuartos de siglo, hasta el año 1964.
Tranvía circulando por el barrio del Llano en Gijón |
El «viejo amarillo armatoste desvencijado» finalizó su servicio en El Humedal. Luego, Severino Friera enfiló la calle de Pedro Duro. Tras realizar el cambio de agujas, el último tranvía prosiguió su recorrido por la calle del Marqués de San Esteban hasta los jardines de la Reina antes de entrar en la calle Corrida, donde Severino Friera y Manuel Bermúdez, como el segundo contó años después, escucharon los silbidos de los detractores de los tranvías y los aplausos de sus defensores.
Foto de David Álvarez López (CC BY 2.0) |
Y así acabaron 74 años de relación de los gijoneses con los tranvías. Pero uno de ellos, el antiguo coche-motor número 3, pudo salvarse, aunque en precario estado de conservación. Ahora lo podemos ver completamente restaurado en el Museo del Ferrocarril de Asturias, en la vieja estación del Norte de Gijón, como parte de la historia de nuestra ciudad.